El desprendimiento de retina (DR) es una patología ocular que produce una importante pérdida de visión llegando a la ceguera total en la mayoría de los casos. Es importante en el pronóstico visual final, la consulta precoz del paciente ante la presencia se síntomas tales como luces en forma de fogonazo (Fosfenos), visión de manchas negras móviles Moscas Volantes (Miodesopsias) y sobre todo fijas que comienzan por un extremo del campo visual y van progresando hasta afectar la totalidad de la visión.
Dependiendo de las características y el grado de desprendimiento, el tratamiento puede ser desde la aplicación de láser, hasta cirugía intraocular pasando por procedimientos externos o la combinación de éstos.
Si el DR es causado por una rotura en la retina, traumática o sin causa, se deberá sellar el desgarro empleando métodos de adherencia como son la Fotocoagulación con láser endocular o externo, crioterapia (frío) o diatermia (calor).
Cuando el DR ya es más extenso se debe recurrir a las técnicas de cerclaje escleral, localizados o de los 360º tratando de acercar la pared del globo ocular a la retina y favorecer su contacto y luego emplear métodos de adhesión.
Ante un DR muy extensos a completos o complicados se debe realizar Vitrectomia más la combinación de algunos de los otros métodos antes mencionados con el agregado de la colocación de gases intraoculares en la cirugía.